Enriquecieron la visita al bosque húmedo las aclaraciones y enriquecedoras explicaciones de Silvana, matizadas con chismes de la conducta de las aves.
En el mallín, nos recibió un tero, con toda su conducta alimentaria. Nos observó por unos instantes pero luego siguió buscando su comida sin demasiadas dificultades.
Nos pareció (pronto llegarán las confirmaciones) que las tres Remolineras estaban allí para ser observadas:
1. Remolinera Chica?
2. Remolinera Araucana?3. Remolinera Común?
Mezclado en ese alambrado descubrimos un ¡Varillero Ala Amarilla!. Nos costó bastante identificarlo pero finalmente en vuelos cortos de subida y bajada al alambre mostró sus hombros amarillos. Pronto nos llamó la atención otro vuelo sobre los matorrales. Un vuelo como colgado, como si le costase al ave ascender. Una ratona aperdizada y otra más lejana volaron varias veces mostrando sus destrezas. Para completar el cuadro, aparecieron por el extremo opuesto y lejano del alambrado la Ratona Común.
Pero, como fue una mañana muy sorprendente pronto vimos entre los matorrales un juvenil de Esparvero Variado muerto. Sin poder sobreponernos de la sorpresa ¡otro joven Peuquito (tal su otro nombre vulgar) voló hacia nosotros y se posó entre las ramas de un árbol sobre nuestras cabezas.
Luego vinieron los Cauquenes Reales, Patos Maiceros, Patos Barcinos, Patos Overos y Patos Cuchara. También los infaltables Teros, algunas Bandurrias, Torcazas durmiendo y Palomas Picazuró en vuelo atravesando el mallín. No faltó tampoco el Junquero, que fue observado y fotografiado por uno de los asistentes... y el resto debió conformarse con su canto.
En la salida y debajo de los caballos una bandada de Tordos Renegridos nos mostraron su conducta típica. Vimos un solo macho, un juvenil y muchas hembras.
La salida fue muy rica. La época del año nos asustaba un poco, pero demostró ser muy rica para observar gran variedad de aves.
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