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Observando Aves en Bariloche es un blog sobre la obsevación de aves. Compartimos nuestra experiencia sobre el avistaje de aves. Desde Octubre de 2005 realizamos esta actividad como familia. Esperamos que puedan compartir con nosotros lo que aprendemos y disfrutamos sobre las aves.
Con mis hijos, estuvimos preparando bastante la primera salida. Lo más dificil fue conseguir unos binoculares. No quería comprar unos hasta que no supuiera que la cosa iba a andar. Finalmente conseguimos unos de 7x35 de muy buena calidad. La guía de Narosky & Izurieta para la Patagonia, un cuaderno y un lápiz fueron los elementos restantes. La idea era caminar cinco cuadras hasta el bosquecito, luego seguir el sendero y terminar a orillas del lago Moreno, en la playita. Un recorrido sencillo para hacer con tres niños y yo, todos novatos en esto de observar aves.
Desde entonces continuamos con nuestras salidas, a veces todos, a veces de a dos, a veces cada uno por su lado. Este blog es el espacio donde queda registrado nuestras salidas y las múltiples actividades que se van disparando mientras observamos y disfrutamos a las aves de nuestro alrededor.
Aqui está un breve relato sobre lo que se puede escuchar y observar en casa y la crónica de aquel primer día.
"Cada mañana al levantarnos, las aves nos reciben con su canto. Los trinos sencillos de las aves patagónicas invitan a saborear el mate tempranero. Uno puede encender la cocina, poner la pava, preparar un mate amargo o dulce y afinar el oído para distinguir los cantos de las aves.
El Fíofío silba un lastimero “frrrio” desde los árboles, los zorzales cantan en los matorrales, los chingolos con sus “tuit… tuiooo…” declaman su territorio, los comesebos con su trino alegran la mañana. De paso, uno puede estirar la mano y tomar los binoculares – si los tiene – para mirar los pájaros por la ventana sin espantarlos demasiado.
Si hay unos minutos, uno puede salir a caminar con los oídos abiertos y el alma dispuesta a escuchar y mirar a estas bestias emplumadas que llevan su vida silvestre entremezclándose con nosotros. Incluso, en algunos casos, a pesar de nosotros y las jaulas en que los encerramos para disfrutar sus cantos.
Por las tardes también podemos verlas y escucharlas. Es curioso como las aves toman forma, color y hasta personalidad cuando las observamos con mayor atención. El pico y las patas amarillo/naranja del zorzal, las rayas en la cabeza y el copete del chingolo, los colores llamativos de los comesebos y muchos otros detalles de aves que asoman por nuestras ventanas. Es cierto que las aves patagónicas por regla general son menos coloridas que las de la pampa o la selva misionera. Pero son sin duda igualmente disfrutables.
La observación de aves es una actividad sencilla, una invitación a la contemplación. Incluso hay momentos únicos en los que tomamos contacto con lo creado y en la intimidad del alma tocamos el cielo."
Día: 08/10/05
Hora: 7:15 Hs.
Clima: Día de sol sin viento
Temperatura: Mín. 1º Máx. 10-12º
Salimos de excursión Micaela, Lucía, Gastón y yo. Fuimos hasta el Lago Moreno por el campito y hacia el bosquecito de radales. Pensé que los chicos iban a hacer ruido pero fueron excelentes acompañantes... mejor todavía buenos compañeros de avistaje. Tuvimos dos grandes sorpresas que llenaron nuestra primera excursión de alegría.
La primera sorpresa fue un Huet huet al final de nuestra calle, cuando empieza el bosque. ¡Hermoso! Todo pardo y rufo, con vivos en esas tonalidades. Corrió luego de cinco segundos de curiosidad. Sus pasos nos hicieron acordar a los velociraptores de Jurasik Park. Pensamos que era un chucao. Al ver la Guia de Patagonia (N&I) nos dimos cuenta que estábamos equivocados. Voló 3 ó 4 m cuando huyó de nosotros.
La segunda sorpresa para todos nosotros "bien novatos" fue una pareja de cachuditos y otra de rayaditos que resultaron ser tres. Los vimos largo rato en dos maitenes en medio del mallín.
Húbiésemos podido quedarnos mucho más tiempo viéndolos, no dieron aviso de que los molestáramos. No logré ver la cola del rayadito. El copete del cachudito era hermoso, terminado en vivos negros.
Nos quedamos otro rato (15-20') viendo los teros. Una pareja estuvo cuidando su territorio. Tal vez nos vieron, pero se quedaron quietos. Al ratito aparecieron dos más volando, enojados, bajando en picada. Los otros dos volaron y empezaron a gritar y gritar. Volaron en círculos hasta que los otros cuatro se fueron.
Nuestra lista de avistaje novato fue:
- Un Huet huet.
- Dos teros y otros peleando por el territorio.
- Dos cachuditos.
- Tres rayaditos.
- Una bandada de zorzales en la cuadra de casa, en un baldio.
- Una bandada de tordos frente a los maitenes en la costa del Lago Moreno.
- Una golondrina? a dos o tres lotes de casa.
- Diucones volando en la pampita, antes del caminito al bosque.
- Varios chimangos? o halconcitos?
- Tres gaviotas sobre la playa, siempre volando.
- Tres o cuatro veces escuchamos el canto del chucao: Chu chu chucaoooooo....