El último sábado de junio fuimos un grupo de observadores a la desembocadura del Río Ñirihuau. La idea era ver qué aves permanecían en el lugar durante el invierno.
Sobre la desembocadura misma del río encontramos medio millar de gaviotas reunidas seguramente para pasar juntas el invierno. Volaban sobre el río de forma muy majestuosa y muchas veces quedaban como suspendidas en el aire.
Entre ellas observamos muchas juveniles con distintas fases en su plumaje. En un momento las asustó nuestra presencia o tal vez la de algún predador que no distinguimos y volaron hacia el lago, brindándonos un espectáculo lleno de movimiento.
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