Hay una playa frente a la Terminal de Omnibus de San Carlos de Bariloche muy poco concurrida. Allí unos teros se han instalado en agosto. Eran cuatro muy cerca y otros más a lo lejos. Nos mostraban sus espolones con enojo, volando incluso sobre nosotros.
Las loicas también se asoman al lugar, acompañados en los matorrales por diucones, cachuditos, chingolos y comesebos. Igualmente hay gaviotas cocineras, remolineras araucanas y comunes y seguramente otras especies más un poco más escondidas.
La playa suele ser ventonsa pero es muy agradable. No se luce por su limpieza, tal vez por la escasa presencia de personas.
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