Caminando por la orilla de la Laguna Los Juncos encontramos una nidada de teros. Una depresión en el terreno y el ojo avezado de uno de los observadores permitieron detectar tres huevos ovoides de teros, uno encimado con el otro.
Le dedicamos gran tiempo a observarlos, la pareja paterna no apareció, así que pensamos que se fueron a alimentar. Colocamos una guía (mi guía que veo nueva en la fotografía) como para tener comparación y además de señal para los que venían detrás en la caminata.
Nos retiramos siguiendo el recorrido y expectantes para avistar el regreso de los padres. Cuando ya nos íbamos los escuchamos gritar y nos tranquilizó la continuidad de la nidada.
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