La observación de aves es una actividad que experimenta gran crecimiento dentro del llamado eco-turismo y se destaca por ser muy respetuosa del medio. San Carlos de Bariloche es la única ciudad del país que se encuentra inmersa dentro de un Parque Nacional. Apenas en unos minutos es posible contemplar los maravillosos paisajes de la alta montaña, el bosque andino o la estepa patagónica y acercarse a la avifauna típica de estos ambientes, todo dentro de la primera área protegida de Sudamérica.
Las aves son los animales silvestres más sencillos de observar ya que están siempre presentes y permiten un mayor acercamiento que el resto de los animales. Esto se debe a su capacidad de vuelo, lo que les permite elevarse para huir del peligro con mayor rapidez.
Dentro de los ambientes que rodean a la ciudad pueden encontrarse más de un centenar de especies de aves. En nuestros bosques hay un 40% de aves endémicas, es decir que solo pueden hallarse en esta eco-región. Entre ellas las más destacadas son el Chucao, el Huet-huet, el Carpintero Gigante, el Picolezna Patagónico y otras. La ciudad contiene además distintas zonas de humedales como el mallín de Bahía Serena, la Laguna Fantasma y otros mallines que en algunos casos están dentro de los barrios barilochenses. Allí es posible encontrar aves acuáticas o asociadas a ambientes acuáticos como distintas especies de patos, gallaretas, cauquenes y los infaltables teros y bandurrias.
Para mayores informes comunicarse a los Te. 442003 o 462684.
(Fotografía: Chucao -Scelorchilus rubecula- deambulando por el sotobosque en el Sendero Llao Llao. Facundo Vital)
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