Nos alegró gratamente cómo lograban identificar las distintas especies todos los participantes. Ya no escucharon los "Ahi va algo" sino "Un passeriforme...", "parece una rapaz..."o frases muy claras que hablan de la asimilación de estos nuevos conocimientos.
El paisaje crea un marco natural para explicar el contraste entre la alta montaña, el bosque andino patagónico y la estepa.
Varias especies fueron luciéndose a medida que avanzábamos y realmente se mostraron en todo su esplendor. Un momento especial fue en el puente viejo del río Ñirihuau cuando observábamos a dos remolineras patagónicas y de pronto, al aparecer una tercera, vuelan hacia nosotros, se posan en un ramerío y una de ellas comienza a cantar exibiéndose con grandeza. Impresionante.
En el camino encontramos a un Gavilán Ceniciento a lo lejos, apenas pudimos observar su silueta grisácea, sus alas alargadas con puntas negras, su vuelo característico. Mientras avanzábamos disfrutando de esa pequeña silueta nos encotramos con una pareja de gavilanes que comenzaban su vuelo y se mostraron para nosotros.
La sorpresa máxima fue en plena laguna, donde caminando por la orilla del predio observamos en un árbol a menos de 2 metros de altura y al alcance de la mano un Tucúquere que nos miraba con curiosidad. Él nos observó todo el tiempo que permanecimos allí y realmente no podíamos avanzar pues no dejábamos de observarlo.
Estas son apenas tres joyas de la salida que nos llenó de alegría y además nos dio la satisfacción de reconocer que hicimos bien en suspenderla el sábado pasado.
Una salida estupenda.
1 comentario:
La foto de la remolinera es INCREIBLE!, muuuuy buena!!!, que grande que la pudiste capturar justo!!!
Publicar un comentario