Dibujar, dibujaba de vez en cuando. A veces por gusto, otras por curiosidad, otras por aburrimiento... Nunca nada serio ni pensando en profundizarlo.
De golpe, comencé a observar aves y el dibujo cobró otra dimensión. Tal vez la primera, la que me sale por ser docente, fue la de explorar un nuevo saber con los alumnos. El dibujo obliga a recordar lo que sé de un pajarito y remite a las imágenes que se alojan en mi memoria. Los niños y los adultos dibujan "el típico pajarito del cartoon" y luego avanzan hacia una ilustración más realista.
Otra dimensión interesante es la de sintetizar. Dibujar es sintetizar en un boceto. Claro, hay grandes artistas que realizan una ilustración realista, incluso hiperrealista. En este sentido, el boceto es una síntesis que caracteriza al ave, a un orden, a una especie.
También dibujar es ingresar a los detalles. Para que la ilustración parezca un ave o sea la representación de una especie debe tener esa mancha característica... esa postura típica.. esa banda alar tan visible...
Finalmente, dibujar es un placer. Hace poco conocí a un ilustrador, Arghoost Toons, quien expresa que dibujar da felicidad.
Seamos felices, agarremos un lápiz y un papel.
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