El Rayadito eligió este año una cavidad natural en el Ñire para anidar. El viejo y decrépito árbol -una característica natural del Ñire- ofrece huecos y oquedades además de larvas e insectos para las crias. La pareja se instaló a mediados de noviembre y antes de navidad ya habían sacado sus crias. En esta oportunidad solo pudimos ver a los padres llevando material, vigilando la entrada y al tiempo transportando comida...
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