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| Enfrente de casa, encontré al picolezna |
Lo vi a éste (eran tres) empecinarse con un orificio del ñire. Picoteaba haciendo un tac-tac suave pero contundente. ¡Con razón le dicen falso carpintero!. Me sorprendieron sus patas o mejor dicho, sus dedos largos. También lo vi de cabeza, de costado y en otras posiciones buscando el mejor modo de atacar al orificio.
En el álbum de Picasa hay fotos de los otros dos. Siempre inquietos y difíciles de fotografiar, uno está apena asomando la cabeza y otro de espalda. Trepan el tronco en espiral o tirabuzón hasta encontrar algo que les llame la atención y ahí se ponen a trabajar.
Ya habíamos visto otro, hace años atrás, en el ñire de casa. Los vemos en invierno porque ahí forman la bandada mixta y andan juntos buscando comida.

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