


El observador recibe noticias de que "siempre" está en tal o cual sitio, de que es "imposible" no verla en un lugar, de que la acaban de ver "ahí". Pero cuando él llega el ave no está.
De pronto, cuando menos lo espera el ave aparece, una aparición fugaz pero el encuentro se produce. Luego, la persecución, el seguimiento, la necesidad de confirmar el avistaje.
Finalmente el ave se vuelve cotidiana. ¡Sí, aparece cotidianamente en ese lugar!. El observador pasa por ahí, levanta la vista y sabe que allí posa, que allí está ese ave que tanto costó avistar.
El Martín Pescador tiene tres lugares de avistaje frecuente en Bariloche: el puente en la naciente del arroyo Gutierrez en Villa Los Coihues, el cruce de Catedral en Virgen de las Nieves y el cruce del 10 Km. de Avenida Bustillo y el arroyo Gutierrez.
Pero, cuidado... frecuente no significa "siempre"...
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