Salida a Alicurá

El sábado 23/08/08 salimos hacia Alicurá. Mi cuñado, mi sobrino y Gastón, mi hijo, iban a pescar. Yo solo con la intención de fotografiar algunas aves.
Alicurá es una represa hidroeléctrica y por ende un paisaje modificado por el hombre. La cercanía a la cordillera de un lado de la ruta y la represa como límite del ambiente estepario transformó esta zona de transición y es posible encontrar gran variedad de aves.
Al llegar (10:00 Hs.) había una o dos bandadas de chingolos dando vueltas por todo lado. Mientras le daba tiempo a los pescadores a prepararse crucé la ruta y en una aguada me encontré unos biguás tomando sol. No me dejaron acercarme mucho, luego sobre la represa encontraría muchísimos más.
Compartían la aguada con dos patos barcinos que se alejaron rapidamente al verme. Seguí subiendo, ya viendo a los pescadores alejarse lo suficiente, orillando la represa y asegurándome de caminar solo para llamar menos la atención y no espantar las aves. Una rapaz me llamó la atención. Solamente al llegar a casa reconocí al Peuquito. Estaba solo, posado en un poste y espiándome constantemente.
Volviendo sobre la costa, encontré un macá plateado demasiado lejos para fotografiar con claridad y un diucón que confirmé también al ver la fotos en casa.
En los pinares me sorprendió la abundancia de cabecitasnegras australes, eran varias bandadas que se cruzaban y visitaban de arriba a abajo los pinos, incluso mezclándose con unos chingolos y unos comesebos andinos (más pálidos que los patagónicos).
Uno, bien alto cantó un buen rato y logré registrar en video su canto.
Más allá, con su comportamiento típico (ascenso en espiral, inquietos, saltando de rama en rama) tres o cuatro rayaditos me tuvieron un buen rato con ello. En el pinar la sombra no ayudaba a tomar buenas fotos pero fue hermoso verlos con tanta vitalidad.
Una remolinera se me fue escapando a lo largo de toda la costa. Nunca dejó que me acercara lo bastante para distinguirla bien.
No faltaron las gaviotas cocineras, alguna gaviota capucho negro que no terminé de ver claramente, un carpintero? metido en algún lugar que solamente logré oir, un chimango dormitando en la punta de los pinos, tomando sol mientras terminaba de levantarse la helada, un búho o lechuza con su olular largo, constante y profundo desde la otra costa de la represa y puede ser que se me escape algo del registro.
Ya de regreso, un macá grande o huala apareció y me dejó seguirlo. Logré acercarme cuando se zambulló unos 40 seg. Como ya los hemos cronometrado, aproveché una curva en la costa para adelantarme y lo saqué de más cerca.
Los pescadores volvieron con tres truchas que almorzamos el domingo.
Me quedé con ganas de volver a cruzar la ruta y meterme más en la estepa.
Será la próxima.

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