Laguna Carrilaufquen - Ing. Jacobacci - Río Negro

¡Por fin!. Luego de mucho tiempo, sobre todo porque voy a la localidad de Jacobacci a trabajar y nunca me queda tiempo… pude hacer un espacio para escaparme dos horas (de 17 a 19 Hs.) a la Laguna Carrilaufquen.

En la Edición de Oro de la Guía de N&I figura como 67º entre las localidades sugeridas para la observación de aves.

El espejo de agua tiene un color verde y se encuentra en una depresión, en una meseta esteparia a 15 Km del pueblo, en la Ruta 242 que va de Jacobacci a Gral. Roca, toda de ripio. Cuenta con refugios abiertos, asadores y baños públicos. Es un punto de pesca y veraneo para los residentes de Jacobacci.

Al llegar, nos saludó con cordialidad el cuidador, que tiene a la entrada del área una agradable casita. Ya costeando el camino de la laguna estaban los sobrepuestos con sus vuelos cortos, el macho desde lo alto de las matas y hembras y juveniles desde el suelo. El “negrito” se destaca por su gran contraste con los colores del lugar.

En la ribera norte, pese a que era un día muy ventoso, algo nublado y frío, estaban una gran colonia  del biguá, unos cuantos cisnes de cuello negro, un pato que no identifiqué, algunas gaviotas cocineras  y un macho y dos hembras del cauquén común. No faltaron los teros que comenzaron a gritar mientras yo avanzaba a pie. Unos chorlitos doble collar fueron mi primer nueva ave de este lugar, en mi lista de avistajes y otro chorlito de pecho gris que tengo que confirmar e identificar con certeza. 

Inmediatamente se sumó el “Siete colores” que me maravilló realmente por su pequeñez y su hermoso colorido. Me obligó a seguirlo hacia un pequeño arroyo que desemboca en la laguna y está rodeado por un juncal. 

Allí encontré otra ave nueva para mis registros que me costó muchísimo ubicar y fotografíar, sin embargo su curiosidad y su clepclepclep que intenté imitar lograron hacerlo asomar y confirmé al Junquero.

Unas hembras y juveniles de pico de plata me hizo sospechar que por ahí debería haber nidos de esta especie, los machos estaban mucho más lejos, adentrándose en la estepa.

Me asustó un ladrido, por dentro me pregunté quién podía dejar un cachorrito por ahí para espantar a los pájaros… Unos aleteos me asustaron mal. Varias ¡garzas brujas! Volaron al verme y se fueron a la costa de la laguna.

Chingolos, diucas y ¡un fíofio silbón! completaron la jornada. Las golondrinas patagónicas llenaban el aire jugueteando con sus vuelos entrecortados. 

También había golondrinas comunes en otra zona contigua, al menos que las juveniles de la patagonia no tengan rabadilla blanca. Me quedaron varios ovnis, amarillentos y asustadizos pienso que eran unos Sicalis.

Al volver a la costa de la laguna pude ver tres macá grande, los cisnes cuello negro y biguás nadando en el centro del espejo de agua.

La laguna Carrilaufquen es un lugar para quedarse uno o más días.

Al presenciar amaneceres y atardeceres sobre la laguna y caminar adentrándose a la estepa el número de aves avistadas crecerá seguramente. 

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