Desde hace un tiempo notamos esta singularidad de las bandurrias. Ellas son arbolícolas pero a falta de árboles buenos son los techos. Es más, personalmente nunca he visto una bandurria sobre un árbol.
Cuando va cayendo la tarde ellas trepan a lo alto y allí se quedan tal vez a pasar la noche o tal vez hasta oscurecer pues no creo que sea cosa sencilla sobrellevar las heladas que caen en Bariloche.
Por lo general eligen techos de casas altas y se posan sobre la cumbre mayor. En algunos casos hay tan solo una o dos. En otros he contado cinco o seis.
Llegado el otoño andan los últimos juveniles dejando de ser "pichonazos". Se los reconoce por su color más apagado o pálido y por sus patas
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