


Se acercan a la ventana y quedan a 20 cm de nosotros a través del vidrio. Pero a veces, abrimos la ventana y se acercan igual. El zumbido de sus alas recuerda a esas moscas ruidosas: zummm, zummm... escuchamos muy cerca de nuestros oídos.
Mi hija Camila, pronta a cumplir sus dos años, los descubre en la ventana y nos avisa a todos: "Ahi´ta..." gritá en su media lengua y nos acercamos a disfrutarlos. Hemos puesto unos pequeños palos cerca de la casa para que usen de percha.
Los picaflores nos comparten su cuota de vida y alegran nuestros días fríos en Bariloche.
1 comentario:
Muy lindas fotos!a mi me visitan 3 colibries pero las fotos no salen tan bien porque el bebedero esta en la ventana,la luz da de frente por eso no se aprecian sus colores.son hermosos!!vienen los dias nublados y cuando llueve...
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