El colibrí rubí es un ave de casa. Llamamos así a las aves que nos visitan con frecuencia.
Hemos colocado un bebedero para ellos. En el colocamos agua azucarada (no miel) para alimentarlo. No lo mantenemos todo el año. Esta fotografía la hemos tomado con una máquina con 10x y trípode, además de mucha paciencia.
El ejemplar de aquí lo llamamos "Fantasma" porque lo veímos como una sombra detrás de la cortina de casa. Cuando abríamos la cortina ya no venía. Nos tomó mucho tiempo acostumbrarlo a acercarse.
Hoy llegan varios individuos más e incluso compiten por el territorrio. Hemos visto hasta siete colibríes peleando por este espacio.
2 comentarios:
Siendo observadores y amantes de las aves, deberían saber que ponerle bebederos al colibri, o a cualquier ave, es sumamente malo para su dieta.
Estas aves se acostumbran a encontrar el alimento todos los días en el mismo lugar y de forma fácil, y cuando te olvidas de volver a llenarlo el ave ya se hizo dependiente y no busca otra fuente de alimento. Es lindo verlos en la ventana, pero creo que es mejor no intervenir en la naturaleza.
Saludos
Hola Johana. Gracias por tu comentario. Estoy de acerudo con vos sobre la responsabilidad que implica dar alimento a las aves silvestres. Pero no es que sea "sumamente malo". Se trata de una opción de compromiso que tiene una alta dosis de responsabilidad.
Las aves por su condición de desplazamiento no se hacen dependientes de un lugar, sino que tienen recorridos. Algunos llegan a "domesticarse", otras jamás se acercan a un ambiente humano, hay otras que se cruzan en el camino. Los colibríes buscan donde libar mientras escasea su alimento y luego, cuando éste está presente naturalmente abandonan todo libador y van en busca de su alimento natural.
Podés leer más sobre esto en un trabajo científico en http://www.picafloresbariloche.com.ar/
Saludos.
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