Los chimangos eran escasos en el barrio hace unos cinco años atrás. Los más cercanos eran una población de 8 a 10 individuos en el campito, una pareja en un cerrito cercano y algún que otro ocasional por la zona.
Actualmente la población de chimangos ha crecido. Una pareja vive en frente de casa, otra más en la esquina y en los fondos de casa hay algunos juveniles que imagino están buscando su territorio. Tendrá seguramente algo que ver este Otoño '09 cálido, de poca lluvia y escasas heladas. El frío no ha superado los -3ºC, cuando solemos tener -5º o -10ºC.
Los chimangos juegan con las brisas de aire. Suelen verse no muy alto tratando de subir con las térmicas sin lograr demasiado éxito.
Son oportunistas y generalistas: comen lo que encuentran y dónde lo encuentra. Suelen romper las bolsas de residuos y jamás desprecian un trozo de carne arrojado cerca de ellos.
Son las aves rapaces más cercanas a la vida urbana y las más cercanas para observar con las que cuenta el hombre. A pesar de que no son esbeltos como los halconcitos o majestuosos como las águilas y cóndores, no por eso pierden su condición de rapaces y esa llamativa cualidad que tiene esta familia de aves.
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