El Colibrí rubí (Sephanoides sephanoides)

El colibrí rubí recibe su nombre vulgar por una corona rojo rubí que luce el macho en su cabeza. Las plumas que forman la corona son retráctiles y tornasoladas, lo que produce ciertas variaciones de color hacia el amarillo, pasando por el naranja y el rojo.
Elevan el copete (la corona) como señal de enojo cuando otros individuos de su especie invade su territorio. El lomo y alas son de color verde.
Narosky e Izurieta describen así al macho: Corona roja, dorso verde bronceado, ventral con pecas verdosas muy notables en garganta, pico recto y negro, manchita blanca postocular. Las patas son diminutas tal como ocurre con todos los trochiliformes. Este ave mide alrededor de 10 cm.
Solemos distinguir los individuos por dos características fáciles de observar. Las manchas o pecas en la zona subcaudal suelen particulares como así también el “chaleco verdoso” que va ganando el pecho a medida que los juveniles crecen y se vuelven adultos.
Luego, es difícil distinguirlos pues son de vuelo veloz y no se quedan mucho tiempo quietos libando. Por lo general liban suspendidos, apoyados en el flor o bien apoyados apenas unos segundo.

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