Tito Narosky responde algunas preguntas básicas

-¿Y dónde hay que ir a buscarlos?
- Mirá, no demasiado lejos. Ya en el parque de mi casa puedes hallar en libertad, en días sucesivos, calandrias, zorzales, horneros, gorriones, jilgueros, chingolos, cabecitas negra, tordos, palomitas chicas, torcazas, caseras y varios pájaros más. 
-¿Hay sitios dónde se pueden ver otros?
-Por cierto. Aun quedan lugares que pueden visitarse y volver en el día, en los que hallarás gran cantidad de especies que ni conoces. Debes buscar un sitio tranquilo con vegetación nativa. Hay bañados y lagunas en distintos lugares y tienes toda la costa del río con arbustos enmarañados en las cercanías. Y está la selva de Punta Lara. 
-¿Pero si uno no conoce al pájaro qué hace?
-Como ya tienes tu largavistas, puedes comenzar anotando sus colores, tamaño, la forma del pico, en fin todo lo que se te ocurra. Luego vuelves y te enseñaré a buscar en la guía de las aves argentinas. ¡Vas a ver qué divertido resultará!.
-¿Hay algo que tengo que saber para obtener mejores resultados?
-Eso te lo dirá tu propia experiencia, pero en fin, probaremos de transmitirte la mía. El número de personas es primordial. Uno solo, puede sepultar aburrido por falta de interlocutor, pero dos suele ser una cantidad excesiva sino saben caminar juntos en absoluto silencio, coordinando en lo posible los pasos y comunicándose por señas. Se puede andar despacio hasta haber detectado un movimiento o un canto y luego, aplicando la natural capacidad de observación, buscarlo a simple vista o con el prismático. Si vuela a n sitio cercano, seguirlo. No comenzar otro estudio sin conocer lo suficiente del anterior. Los animales tienen por lo general un territorio que no abandonan. 
-¿Y cuando conozca todas las aves de la zona?
-Es muy difícil que ello suceda en realidad. Hay ciertas especies que llegan aquí en verano, otras en invierno; las hay que solo accidentalmente pueden aparecer o que te costará mucho encontrar por su escasez o por el ambiente que frecuentan. Incluso podrás hacer tus propios aportes al conocimiento de la distribución de una especie. Pero aún en el remoto caso deque las conocieras a todas, recién comenzaría la verdadera labor del aficionado; anotar qué hacen, cómo viven, qué comen, cómo construyen sus viviendas, cómo crían a sus pequeños…

Tomado de :
Narosky, Tito.
Entre hombres y pájaros. Andanzas de un naturalista.
(1983) Editorial Albatros

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