La Espera

Yo lo esperaba.
Él se acercó en un rápido movimiento; veloz y decidido.
Luego se quedó quieto, vigilante, atento a toda la situación.
Me descubrió a través del vidrio. Su mirada parecía leer mis movimientos.
Yo le apuntaba de cerca, casi lo tenía a la mano. Apenas un cristal nos separaba.
Él me observó. Se tomó unos segundos para sorber el preciado líquido.
Luego, voló. Voló con la misma velocidad y decisión con la que había llegado.
Atiné a dispararle en una ráfaga interminable pero planificada de ante mano.
Logré obtener de él su atención durante apenas unos segundos.
Solo me queda su recuerdo capturado casi mágicamente por mi cámara.
Solo me queda esperar que mañana regrese y nos volvamos a encontrar.
JG

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