El peutrén es un ave endémica del bosque andino patagónico. Es más frecuente escucharlo que verlo. Su canto es apenas un silbido largo que recuerda a un globo desinflándose. Vive en los bosuqes altos, entre las copas de los coihues, lejos de los observadores de aves. En invierno baja, escapando del frío y buscando refugio en los árboles más frondosos, como los que hay en el patio de la escuela donde trabajo.
Desde entonces no lo he vuelto a ver. Si lo escuché varias veces en el Sendero de Llao Llao, en la ladera norte del Cerro Otto, en el Valle del Challhuaco. Pero verlo, nunca hasta hoy.Como saben, las clases están suspendidas. Igualmente estoy yendo varias tardes para poner en orden algunas cosas de mi sala de computación. Obviamente, llevo la cámara y los binoculares, con la larga esperanza de reencontrar al peutrén. Hoy se me dio. Llegué a las doce, acomodé las cosas, me asomé por la ventana y allí estaba con su silbido y sus saltos continuos de rama en rama. Reconozco que no saqué ni una foto buena, pero en ellas quedó confirmado mi avistaje de hace tres años, cuando era novato en estas lides de observar e identificar aves. Además quiso la cámara registrar su conducta aunque no hacer foco en el ave: oculto entre el follaje, dando saltos, desconfiado observando al observador, con sus vibrisas claramente notorias como buen tiránido y sus colores pardos y grises que lo confunden con el ambiente.
Este pequeño peutrén me alegró la tarde.
3 comentarios:
Excelente Blogger.- Previamente he leido la nota en el "Digi" www.bariloche2000.com, que me condujo hasta aquí, donde pude ir leyendo otros posteos y ojear Bloggers similares de aficionados a las aves y a la naturaleza.-
Por otro lado también me ha gustado la nota sobre "Cuando uno sabe que es observador de Aves"??? y me causó mucha gracia uno de los puntos en donde dice lo sig.: Despiertas a la madrugada a tu pareja solo para decirle “¡Escucha… escucha… esa que canta es una ave que se llama….”
A eso es lo que llamo fanatismo total.-
Seguí siendo observador, y espero en breve volver a leer alguna nota agradable sobre el tema.-
Kuky Debiec
¡Me alegra mucho que hayas podido reencontrarte con el peutren! Recuerdo que hace muchos años, junto a mi esposo y mis hijas pequeñas escuchábamos encantados el canto del chucao en el río Arrayens en Esquel: el sonido del bosque, del agua y el hermoso canto del pájaro...
Nunca pensé que después de muchos años Dios me regalara escuchar al chucao de la mano de mi nieto Josh que me invita al bosque a escucharlo. Te felicito por tu blogs. Un beso. Leonor
Hola José:
Soy maestra como vos, me recibí en Bariloche y luego me vine a Buenos Aires donde me recibí de antropóloga. Siempre observé nuestros pájaros y fijate que cuando llegué a la ciudad me encontré con que la gente en su mayoría no saben los nombres de los árboles y las aves. Todos los dias en el patio del museo donde trabajo o desde la ventana de mi oficina observo los pájaros de Buenos Aires. Hay una familia de zorzales (son más "gordos" que los nuestros y tienen el pecho naranja), hay chercanes que anidan en un tubo, pájaros carpinteros aparecen de vez en cuando (son más grandes y pardos que los nuestros).
Nunca vi un peutrén y tu historia me resultó maravillosa,
GRACIAS POR TU REGALO. Me alegró la mañana.
Juliana Lozada
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