
El asombro de todos se lo llevaron tres coscorobas que despertaban muy cerca de la costa y una pareja de cauquenes comunes que caminaban por la orilla.
Un grupo de curiosos dimos la vuelta a toda la laguna. En el trayecto el Tren Patagónico apareció saludándonos con todo su estruendo.
Las manos heladas no querían dibujar pero logramos algunos trazos interesantes. El día terminó con un picnic y una puesta en común de los trabajos realizados que yo dejaré para mostrar en otros post.

En este mosaico puede observarse un poco la avifauna caminado sobre el hielo que recién se abriría y no totalmente hacia muy pasado el mediodía.


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