Dios cuidará de mí

Desde hace mucho tiempo realizamos con mi familia un taller cristiano con niños. Allí enseñamos y aprendemos sobre Dios, la forma en que nos ama y lo bueno que es compartir estas cosas. En uno de esos talleres aprendimos sobre las aves.
Quienes observamos aves sabemos de la energía que invierten a diario estos animales para mantener su vida. Ellas caminan, vuelan o saltan a diario grandes distancias para asegurar su alimento. Y lo encuentran...
La Biblia lo resume así:
Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en
graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen
ustedes mucho más que ellas? (San Mateo 6:26).

Es una lección para recordar a diario.

1 comentario:

Eric Stanton dijo...

Otra entrada muy inspiradora! Tambien somos Creyentes aqui en Bariloche. Que hermoso saber que estan invertiendo sus vidas para ayudar a otros para que vean la grandeza de Dios que vemos en lo que ha creado. Estaremos en contacto!